Sin un control de producción adecuado, nada garantiza que nuestros procesos de fabricación y el producto final cumplan con la calidad necesaria.
Por eso, en este artículo veremos a detalle qué es el control de producción en nuestra empresa, por qué es importante planificarlo, cuáles son sus beneficios y, sobre todo, las buenas prácticas que se aconsejan.
Sea cual sea el giro de nuestro negocio, sabemos que estas ideas siempre serán útiles, ya que son aplicables a cualquier proceso de elaboración o creación de un producto o servicio.
Qué es el control de producción
Para empezar, el control de producción es una suma de acciones y responsabilidades que garantizan las condiciones de calidad, los costos y plazos de entrega en la creación de nuestros servicios o productos.
Mediante este proceso, monitoreamos la producción y aplicamos medidas tanto preventivas como correctivas. Es decir, comprobamos que los avances en la manufactura se ajustan a las estimaciones realizadas en la planificación de la producción, pero también tomamos las decisiones para asegurarnos de que así sea.
Objetivos del control de producción
A partir de esta definición básica, podemos sintetizar los múltiples objetivos que se pueden alcanzar con el control de producción en al menos cinco:
- Asegurar que los niveles de inventario sean los correctos.
- Monitorear que cada proceso cuente con los materiales que necesita.
- Reajustar la planificación de la producción conforme a los avances o retrasos, así como conocer sus causas.
- Garantizar la entrega de los pedidos en los plazos y cantidades solicitadas.
- Generar la trazabilidad de los productos, es decir, la capacidad de identificar la procedencia de cada artículo, así como su destino, en cada fase de la cadena de suministro.
Beneficios del control de producción
Llevar un método o sistema para el control de producción es obligatorio en industrias críticas como la farmacéutica y la alimentaria.
No obstante, los beneficios de estas prácticas son universales, pues en todos los casos existen estándares de calidad por cumplir, tanto por parte de los clientes como de las autoridades.
A grandes rasgos, así resumimos los beneficios que obtenemos con el control de producción.
- Utilizamos la capacidad de producción de manera correcta, a través de la programación adecuada de las herramientas y maquinarias.
- Mantenemos el nivel de inventario en niveles óptimos en todo momento y, por ende, reducimos sus costos.
- Cumplimos con el tiempo de producción y aumentamos la productividad.
- Tenemos capacidad de respuesta frente a posibles imprevistos para cumplir los plazos de entrega.
- Conocemos con antelación si podremos cumplir con los plazos de entrega.
- Podemos lograr que los proveedores nos entreguen la materia prima con antelación.
- Disminuimos el costo total de producción y controlamos posibles despilfarros.
Implementar el control de producción
Antes de continuar, es importante recordar que el control de producción debe formar parte de la política de calidad de nuestra compañía. Es decir, que no es un esfuerzo aislado por parte de un solo departamento, sino que debe encontrarse bien documentado y establecido en las normas de operación de la empresa.
Como ya sabemos, un sistema de calidad es responsabilidad de la dirección de la empresa y su objetivo es mejorar de manera continua la efectividad de toda la compañía, comenzando por sus proveedores.
En tal sentido, estas son ocho prácticas que -enmarcadas en una política de calidad- nos ayudarán a mejorar el control de producción de nuestra empresa.
1. Llevar un control de calidad
Es aconsejable que contemos con un área responsable del control de calidad, que sea independiente del área de producción. Para conocer más a detalle los elementos de un sistema de calidad en la manufactura, podemos consultar como ejemplo este documento oficial de buenas prácticas.
2. Incluir a proveedores
Debemos establecer procedimientos para seleccionar a los proveedores y darles seguimiento. Siempre hay que buscar la máxima calidad en toda la cadena de suministro.
3. Supervisar las actividades subcontratadas
El control de la producción no se limita a nuestras plantas. También, deben existir procedimientos para asegurar la gestión de las actividades subcontratadas o por maquila.
4. Monitorear de forma permanente
Claro está que, sin medidas de monitoreo permanente, es imposible controlar los procesos de producción. Y debemos tomar en cuenta estos resultados para la liberación de cada lote.
5. Investigar desviaciones
Nuestras medidas de control deben establecer procedimientos para la investigación de desviaciones en la producción. Es recomendable realizar un análisis de la causa raíz y aplicar medidas tanto preventivas como correctivas.
En este punto, es indispensable tener los registros que permitan la rastreabilidad y trazabilidad de los productos.
6. Dar mantenimiento a equipos
Como parte del control de producción, debemos calendarizar el mantenimiento y calibración de los equipos e instrumentos que utilizamos en la manufactura.
7. Contar con un ERP
Los sistemas de administración MRP o ERP con módulo de producción nos facilitan el control de nuestros procesos, ya que nos generan los reportes que necesitamos en tiempo real y nos ayudan a automatizar las tareas administrativas.
Por ejemplo, Bind ERP nos ayuda a manejar nuestras listas de materiales y emitir las órdenes de producción. De esta manera, evitamos contratiempos por omisiones involuntarias.
8. Realizar auditorías de calidad
Aunque «auditoría» es un término que no siempre nos agrada, es indispensable auditar nuestra calidad de forma regular para evaluar nuestra eficacia y detectar anomalías. Estas auditorías deben ser realizadas por un agente externo, de preferencia.
Adicionalmente, podemos contemplar procedimientos de auto inspección a lo largo de todas nuestras operaciones, por lo menos hasta que los productos hayan sido comercializados.
Conclusiones
Como mencionábamos al principio de este artículo, todo comienza con la planificación. En especial, se aconseja que se realice en tres niveles diferentes:
- A largo plazo: prever y tomar decisiones respecto a las instalaciones, el capital, las inversiones y en general, cambios y recursos importantes.
- A mediano plazo: pronosticar la demanda y la capacidad de producción que necesitaremos, entre otros elementos.
- A corto plazo: planear las operaciones diarias y semanales.
La planificación de la producción implica realizar un análisis de métodos y tiempos, la determinación de prioridades y la programación de actividades en formatos especializados, como el diagrama de Gantt.
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¡Hemos terminado! Recuerda que un sistema ERP puede ser el mejor aliado para planificar y controlar la producción, ya que nos proporciona información en tiempo real y nos automatiza las tareas administrativas que dan soporte a nuestros procesos de manufactura.
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