El inventario muerto son aquellas existencias que no tienen rotación, es decir, que no se venden o utilizan.
De no dársele el seguimiento adecuado, este puede pasar desapercibido y convertirse en una pérdida para la compañía. Por ejemplo, su conservación implica un aumento en los costos de mantenimiento, además de que este ocupa espacio que podría utilizarse en mercancia con un alto nivel de rotación.
Una de las principales raíces del inventario muerto es la falta de un sistema de control de inventarios.