La depreciación fiscal es una herramienta de deducción utilizada por las empresas para calcular la depreciación de un activo en la declaración de renta.
Sirve para determinar la depreciación de un activo fijo y convertirlo en gasto. Para que un bien se integre en una depreciación fiscal, debe cumplir con ciertos requisitos, de acuerdo con el régimen fiscal de cada territorio.
Por su parte, la tasa de depreciación fiscal se refiere al porcentaje de valor perdido que cada activo sufre anualmente.