El objeto social incluye información detallada sobre actividades económicas que la nueva sociedad va a desarrollar y que están contenidas en sus Estatutos sociales. Un objeto social amplio, que incluya múltiples actividades, le permite a la empresa una mayor flexibilidad para ejercer su actividad económica. Lo cierto es que todas las actividades descritas deben ser posibles, lícitas y determinadas. De acuerdo con la legislación del país, el objeto social puede ser de dos clases: principal, en donde se enuncian todas las actividades que constituyen la finalidad de la sociedad; y complementario, con actividades o medios que contribuyen a su cumplimiento de la finalidad.