Según las Normas de Información Financiera (NIF), una cuenta por cobrar es un derecho exigible de la entidad al cobro de una contraprestación a cambio de la satisfacción de una obligación a cumplir que se origina por la venta de bienes o prestación de servicios.
Cabe señalar que la optimización de los procesos de cobranza, además de brindar estabilidad financiera a las empresas, impacta el rendimiento de otros departamentos, como el de ventas y de servicio al cliente.
Para ser concretos, la correcta gestión de las cuentas por cobrar previene el gasto innecesario de capital económico e incrementa a la liquidez.