De acuerdo con las Normas de Información Financiera (NIF), un activo es un recurso controlado por una entidad, identificado, cuantificado en términos monetarios, del que se esperan fundadamente beneficios económicos futuros, derivado de operaciones ocurridas en el pasado, que han afectado económicamente a dicha entidad.
Los activos suelen clasificarse, según su liquidez la facilidad con la que este puede convertirse en dinero, en activos circulante y activos no circulantes.