Mientras aún busca la salida de la pandemia, México ya inició sus primeros esfuerzos de reactivación económica, con el fin de recuperar los empleos e ingresos de los trabajadores.
Tras dos meses de haber decretado la emergencia sanitaria, el país finalmente reanudará gradualmente sus actividades productivas, en una fase que, por sus características de vigilancia epidemiológica, fue llamada por las autoridades mexicanas como “nueva normalidad”.
Sin embargo, los planes de reactivación económica no están exentos de críticas y preocupaciones, por parte del sector empresarial y de la población en general. En primer lugar, porque el nivel de contagios ha seguido aumentando en el país; y en segundo, por la desconfianza hacia las autoridades.
Por eso, en este artículo veremos los principios rectores de la reactivación económica, sus etapas, los lineamientos en materia de salud laboral y, finalmente, los aprendizajes que nos ha dejado la gradual recuperación de China.
¿Cuál es el plan de reactivación económica?
El país reanudará su economía bajo los principios marcados por el Plan de Reactivación Económica presentado a nivel federal, pero también tomando como complemento los distintos planes estatales y municipales.
Ahora bien, el plan federal marca cuatro grandes ejes de acción:
- Privilegiar la salud y la vida
- Practicar la solidaridad y la no discriminación
- Aplicar la economía moral y eficiencia productiva
- Actuar con responsabilidad compartida
En otras palabras, los empleadores deberán privilegiar una eficiencia productiva que sea cuidadosa con la salud de los trabajadores, solidaria, con responsabilidad compartida y que atienda la nueva realidad con sus cadenas de transmisión, según explicó el director de Prestaciones Económicas y Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mauricio Hernández Ávila, al presentar el plan en días pasados.
“En el momento en que activamos el trabajo, activamos una cadena muy importante de transmisión que es el transporte, porque ahí entramos en contacto con muchas personas. Segundo, activamos otra cadena de contagio extraordinariamente importante que es el ambiente de trabajo”, señaló el funcionario. Y estos cuidados están plasmados en la gran cantidad de lineamientos laborales con que deben cumplir los empleadores.
Hasta ahora, las empresas que reabrirán sus puertas de forma paulatina son las que pertenezcan a los sectores de construcción, de la industria automotriz y la minería, mientras que el resto deberá esperar las indicaciones del sistema de semáforo.
¿En qué consiste el semáforo epidemiológico?
Para indicar de manera simple el nivel de alerta por Covid-19 en que se mantiene cada región del país -y, por lo tanto, las condiciones para la reactivación económica– se implementó un semáforo con cuatro colores:
- Rojo: Solo se permiten las actividades esenciales, incluyendo ya la construcción, minería y la industria automotriz.
- Naranja: Los sectores no esenciales pueden reabrir, pero siguiendo lineamientos de sana distancia y con asistencia reducida.
- Amarillo: Se reabren los espacios públicos, pero con aforo reducido.
- Verde: Se reanudan todas las actividades, incluyendo las escolares. Los niveles de cuidado regresan a la normalidad.
Cabe destacar que las restricciones comenzaron a flexibilizarse primero en los municipios con bajas tasas de infección, o con riesgos reducidos de transmisión.
Los temores del sector empresarial
Para los analistas y empresarios, la mayor preocupación es que -en realidad- el gobierno federal dispone de poco margen para impulsar la reactivación económica. Y las razones son contundentes:
1. La caída de Estados Unidos
Se proyecta que el principal socio comercial de México, Estados Unidos, disminuya su PIB en 5.9 por ciento o hasta 11 por ciento en el peor escenario. Esta situación profundiza la crisis económica de México.
2. Reducción en los precios del petróleo
Debido a que la aportación de PEMEX al país es del 10 por ciento del PIB, ha sido muy negativo el impacto de la reducción de los precios de hidrocarburos en la economía mexicana.
3. La disminución del turismo
Otra de las fuentes importantes de riqueza nacional, el turismo, resintió una fuerte caída a causa de la suspensión de labores. En abril, la ocupación hotelera fue de apenas 1.7 por ciento.
4. El futuro incierto de las remesas
Si bien las remesas hacia México crecieron y alcanzaron récord en marzo, los pronósticos para el resto del año son negativos. De hecho, globalmente, las remesas caerán 20 por ciento este año, según el Banco Mundial.
5. El bajo consumo interno
Es dudoso que el consumo interno pueda apoyar la reactivación económica, pues el poder adquisitivo ha caído dramáticamente: más de la mitad de los mexicanos redujeron sus ingresos en 60 por ciento, de acuerdo con el estudio “Covid-19: reinicio forzado al consumo básico”, realizado por la consultora EY.
Durante abril, más de 12 millones 500 mil trabajadores perdieron sus empleos, reveló la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), del INEGI.
El caso de China: ¿Qué hemos aprendido?
Durante el primer trimestre del año, China sufrió su primera contracción económica en décadas. Ahora que se enfila hacia su recuperación, los analistas están revisando sus líneas de actuación para estudiar las buenas prácticas. Principalmente, están poniendo la lupa sobre aquellas medidas que resuelvan una contradicción aparente: si no detenemos la pandemia a tiempo, el número de muertes seguirá aumentando; pero, a la vez, una economía detenida puede provocar un daño tan fuerte, que termine desgastando los medios de vida de las personas a largo plazo.
Una de las claves de China es que ha podido encontrar el equilibrio entre la necesaria reactivación económica y el cuidado de la salud, con medidas como estas:
1. Saber cuándo levantar la distancia social
China liberó las medidas de confinamiento tras observar dos indicadores clave:
- El número total de casos
- La capacidad del sistema de salud para detectar, gestionar y prevenir los nuevos casos
La reactivación económica puede liberarse cuando los hospitales puedan detectar y responder a los nuevos contagios.
2. Invertir para generar confianza
Una vez que se detuvo la curva de contagios, China lanzó políticas y campañas para incentivar el regreso al trabajo y estimular la confianza del sector empresarial. El gobierno invirtió en suministros médicos, tratamientos e infraestructura para generar empleos.
3. Aplicar medidas de manera diferenciada
Igual que se pretende hacer en México, China levantó las restricciones de la cuarentena gradualmente y de manera diferenciada por región.
La responsabilidad de los empresarios
Como podemos ver, México busca implementar algunas de las líneas de acción ya probadas por China. Las principales son la reapertura por regiones y el apego estricto de los centros laborales a las medidas sanitarias.
Sin embargo, el gobierno mexicano aún no ha emprendido acciones concretas para impulsar la inversión. En general, no se han anunciado medidas contra cíclicas, que busquen compensar la caída de los últimos meses, como acusan los empresarios.
Por lo pronto, de los empresarios depende, en gran medida, que la reactivación económica no se contraponga con la salud de los mexicanos y que realmente constituya un paso adelante hacia la mejora de nuestra calidad de vida.
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