Con el fin de que los mexicanos reactiven su vida social y su economía de manera gradual, segura y ordenada, las autoridades dieron a esta fase el nombre de “nueva normalidad”.
Desde que finalizó la Jornada Nacional de Sana Distancia, el pasado 31 de mayo, en los distintos estados algunos sectores económicos ya están regresando a su actividad.
Pero nada es igual que antes de la suspensión de labores, debido a la gran cantidad de lineamientos de seguridad laboral con que deben cumplir los empleadores para cuidar la salud de los trabajadores ante la contingencia sanitaria.
Por eso, en este artículo revisaremos las implicaciones de la nueva normalidad para los empresarios, así como los riesgos y medidas alternativas.
¿Qué es la nueva normalidad?
Para empezar, la nueva normalidad es la estrategia del gobierno federal para la reapertura de las actividades económicas, a las que se refiere el Acuerdo de la Secretaría de Salud, publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 29 de mayo de 2020.
En concreto, la nueva normalidad implica estas consecuencias para las empresas:
- A partir del 1 de junio, pueden reabrir todas las actividades esenciales.
- Las empresas no esenciales deberán estar al tanto de la semaforización, que se explica a detalle en este artículo sobre el cuidado de la salud laboral.
- Para abrir, las empresas deben realizar la autoevaluación del Protocolo de Seguridad Sanitaria en esta página y obtener el permiso del IMSS. Hasta el momento ya se han registrado más de 16 mil empresas, según cifras oficiales.
- Una vez reabierta la empresa, hay que colocar el permiso en un lugar visible y capacitar al personal sobre las medidas de higiene.
- Además de la capacitación, es obligatorio proporcionar a los trabajadores el equipo de higiene y seguridad, como los cubrebocas y zapatillas desechables.
Salud vs economía: ¿cuál es la postura oficial?
Como era de esperarse, la nueva normalidad no ha estado exenta de debate y tensiones, pues las necesidades económicas parecen contraponerse con las de salud.
Por un lado, diversos sectores económicos han presionado para reabrir las actividades y así frenar el desempleo y el cierre de negocios.
Por el otro, la curva de la epidemia continúa subiendo y está presente el riesgo de que la reactivación económica dispare los casos, como ha advertido la propia Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Al debate se suma la incertidumbre sobre el comportamiento de la pandemia en las distintas regiones del país, pues pasó la fase 3 de la epidemia y aún no se sabe si será manejable para el sistema de salud.
Mecanismos para el sano retorno
En términos generales, en la nueva normalidad los empresarios deben:
- Esperar a que el semáforo esté en amarillo o verde, para que puedan estén en posibilidad de reabrir.
- Llenar la autoevaluación del Protocolo de Seguridad Sanitaria, como mencionábamos líneas arriba.
En síntesis, estos son los principales lineamientos:
Medidas estructurales y de ingeniería | |
1. Áreas de entrada y salida | |
Para todas las empresas |
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Para empresas medianas y grandes |
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2. Áreas comunes | |
En todas las empresas |
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En empresas medianas y grandes |
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3. Área de oficinas | |
Todas las empresas |
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4. Áreas de producción | |
Todas las empresas |
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5. Sanitarios | |
Todas las empresas |
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Medidas de organización | |
Para todas las empresas | |
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Recomendaciones para pymes y empresarios
Como podemos ver, el Protocolo incluye múltiples medidas de ingeniería, organización y capacitación, por lo que la autoridad aconseja a los empleadores prepararse desde ahora para su implementación.
De esta manera, cuando el semáforo les permita volver, estarán en condiciones de obtener el permiso del IMSS.
Adicionalmente, en este periodo también es aconsejable:
- Mantener la restricción de gastos y continuar cuidando el flujo de efectivo.
- Aprovechar los estímulos fiscales que la mayoría de las entidades establecieron por la contingencia.
- Impulsar las ventas a través del comercio electrónico, una modalidad que incrementó en la cuarentena pero que llegó para quedarse.
En conclusión: ¿es “normal” la nueva normalidad?
Basta echar un vistazo a los lineamientos de seguridad sanitaria, para constatar que la reactivación económica se da en un contexto distinto al que vivíamos hasta marzo pasado. Por eso, se trata de una “nueva normalidad”.
A medida que avanza la pandemia, lo que no cambia es la necesidad de que tanto las entidades de gobierno como las empresas y ciudadanía en general, cumplan con su compromiso de cuidarse mutuamente.
Por eso, los mecanismos del retorno a la nueva normalidad están basados en una corresponsabilidad basada en la confianza. Solamente así, el país estará en condiciones de superar las tensiones entre economía y salud, al tiempo que avanza de forma segura hacia su reactivación.