Gracias a la implementación del trabajo en la nube, hoy las PYMES pueden acceder a herramientas de muy buena calidad con planes de pago accesibles a su presupuesto y, sobre todo, adecuadas a sus necesidades.
Tener un software que te permita visualizar y administrar las finanzas y recursos de tu empresa ha dejado de ser una posibilidad exclusiva para las grandes empresas. Con la adopción de un ERP (Enterprise Resource Planning), o comúnmente llamados «software de administración», hoy puedes tener toda la información estratégica de tu empresa integrada y accesible cuando la necesites, con accesos para todas las personas que necesiten trabajar con ella.
David vs Goliat: La ventaja de las PYMES en el uso del ERP
Saber usar este tipo de herramientas es uno de los campos de oportunidad más ricos de las pequeñas y grandes empresas, gracias a la agilidad con la que estas pueden cambiar y optimizar sus procesos.
Piensa un momento en tu empresa y en todo lo que has trabajado para poder hacerla crecer. Tu número de empleados quizá se haya incrementado, pero si te mantienes en el rango de las pequeñas y medianas empresas, tu equipo de trabajo aún puede ser organizado de forma sencilla. A diferencia de las grandes empresas, en las que los empleados son más reacios a los cambios, por lo que optimizar los procesos puede ser un verdadero dolor de cabeza para el equipo gerencial.
El reto: aprovechar el ERP al máximo
Por supuesto, esto no significa que implementar un software para administrar los recursos de tu empresa no implique una inversión, y por lo tanto, tienes que saber aprovecharla al máximo. Estos 4 consejos te ayudarán a lograrlo con cambios muy sencillos en tu estructura:
1. Estandariza tus procesos
Y, por ende, estandariza tu información. Piensa que el ERP gestionará la información que le proporciones a través de un proceso ágil de captura y registro de mercancías, compras y gastos de tu empresa. Muchas veces, las PYMES no logran transmitir a sus nuevos empleados sus procesos, por lo que se genera el mal del «cada quien le hace como entiende». Si tu personal no sigue los mismos estándares, de poco te servirá contar con un ERP.
2. Distingue entre los números que importan
El optimismo del aumento de ventas puede generarte una ceguera peligrosa. Cuando accedas a tu dashboard o escritorio en el ERP, no te dejes «engañar» por el número de ventas, sino que presta atención también a tu flujo de efectivo y analiza si su comportamiento repite un patrón periódico o de otra índole.
Un ERP bien desarrollado ofrece en tu escritorio la información más estratégica que necesitas, por lo que debe incluir no sólo ventas, sino un balance de egresos e ingresos en tu empresa.
3. Tómate un tiempo para configurar tu empresa
Configurar tu ERP con la información de tu empresa es como elegir la materia prima con la que fabricar tus productos. De lo bien informado que el sistema esté, dependerá el análisis de los datos que te arroje. Organiza primero tu información antes de migrarla al ERP.
4. Implementa una vez. Implementa dos veces. Implementa mejor
Es un error común pensar que, una vez que mudas toda tu información a la nube, el trabajo ya está hecho. La implementación de un ERP para PYMES debe revisarse cada vez que haya un cambio estratégico en la empresa, los productos o servicios que ofrece o el equipo de trabajo.
Piensa que como PYME, muchas veces tendrás que cambiar tu estrategia no sólo de comercialización, sino de organización interna. Eso debe reflejarse en la información que capturas en tu software de administración de empresas. Y, por supuesto, tu ERP debe ser capaz de adaptarse a estos cambios.
