La falta de oportunidades laborales, discriminación, brecha salarial, el acoso y otras formas de violencia hacia las mujeres, son algunos de los obstáculos comunes para la equidad de género en el trabajo.
El mes de marzo ofrece la oportunidad de hacer visibles las desigualdades que afectan a las mujeres, y promover las transformaciones necesarias para impulsar la equidad de género en los centros de trabajo.
De hecho, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora se originó en una reivindicación laboral, cuando el 8 de marzo de 1908 fueron asesinadas 129 mujeres durante una huelga.
Más de un siglo después, la fecha continúa reclamando la equidad de género en el trabajo, debido a que la sociedad impone dificultades como las que mencionábamos al principio y a que, en general, ningún país ha alcanzado la igualdad de género.
Para contribuir a las propuestas por una sociedad más inclusiva y equitativa, en este artículo ahondaremos en 5 medidas o puntos de partida para alcanzar la equidad de género en el trabajo, sin importar si hablamos de una PyME o de una gran empresa.
¿Qué es la equidad de género?
Para empezar, la equidad consiste en la distribución justa de los recursos y el poder en una sociedad. Y en el caso de la equidad de género, se refiere a la justicia en el tratamiento de hombres y mujeres, de acuerdo con sus necesidades respectivas.
“La equidad de género permite brindar a las mujeres y a los hombres las mismas oportunidades, condiciones, y formas de trato, sin dejar a un lado las particularidades de cada uno de ellos”, señala el Tribunal Superior de Conciliación y Arbitraje (TFCA).
Es decir, que para alcanzar la equidad, debemos incorporar medidas que compensen las desventajas que históricamente han arrastrado las mujeres, como se explica en la definición de la UNESCO.
Si bien la Constitución Mexicana garantiza el derecho a la igualdad, existen leyes específicas para prevenir y erradicar la discriminación de género. Una de ellas es la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), que desde el 2011 es obligatoria para el país.
Beneficios de la equidad de género en el trabajo
En cualquier organización, la igualdad de oportunidades es parte íntegra de la inclusión laboral, que a su vez es indispensable para lograr un sentido de pertenencia y alineación con los valores de la compañía.
Entre los principales logros cuantificables, un estudio encontró los siguientes beneficios de la igualdad en el trabajo:
- Mejora el ambiente laboral
- Mejora la comunicación entre la administración y trabajadores
- Aumenta el número de mujeres en posiciones de alto rango
- Mayor productividad
- Menor brecha salarial
- Menor discriminación en maternidad
Los países con mayor equidad de género en el trabajo, también presentan los menores niveles de violencia de género y son los que muestran mejor calidad de vida.
5 medidas para promover la equidad
Como es fácil imaginar, la equidad de género en el trabajo no se consigue con el simple hecho de que la mitad de los recursos humanos sean mujeres. Tampoco resulta tan sencilla como prohibir la violencia hacia las mujeres.
Por eso, veremos 5 propuestas para la equidad de género en el trabajo. Todas han sido aplicadas como parte de modelos, pruebas piloto y programas en diversos países, por instancias como el Banco Mundial (BM) en colaboración con empresas.
1. Usar la perspectiva de género para reclutar personal
La discriminación de las mujeres está presente en los procesos de reclutamiento de personal, desde el momento mismo en que se define el perfil del puesto y se publica la vacante.
Al respecto, se recomienda tener presente que ser mujer u hombre no debería ser requisito para ningún puesto de trabajo, además de una serie de buenas prácticas que se pueden consultar a profundidad en este documento.
Asimismo, también es aconsejable contratar mujeres en áreas laborales donde la presencia femenina esté subrepresentada, o bien, dar preferencia a la contratación de mujeres en igualdad de condiciones, es decir, cuando ambos candidatos se muestren aptos.
2. Fomentar una cultura inclusiva
Para promover una cultura igualitaria y de inclusión laboral, es recomendable que la empresa se preocupe por dos vertientes: la normativa y la cuestión cultural.
Respecto a la primera, se aconseja a las empresas crear un protocolo contra el hostigamiento y acoso sexual, tipificado como delito en el artículo 259 bis del Código Penal Federal. En esta guía para elaborar un protocolo contra el acoso sexual, se pueden encontrar los puntos básicos a contemplar en la redacción de ese documento.
En segundo lugar, es necesario informar al personal sobre las políticas que aplica la compañía para la no discriminación, así como capacitar al personal para prevenir y detectar cualquier expresión de violencia de género y acoso.
3. Impulsar equipos de trabajo igualitarios
Una medida para lograr la equidad de género en el trabajo es ofrecer las mismas capacitaciones y oportunidades de promoción a hombres y mujeres. Y es que, comúnmente, las empresas relegan a las mujeres al asignarles tareas estereotipadas.
Por supuesto, ser una empresa socialmente responsable y promover una cultura de inclusión laboral, también significa eliminar las bromas sexistas del centro de trabajo.
4. Celebrar públicamente sus logros
Las mujeres continúan accediendo a menos puestos de decisión dentro de las empresas. Y una de las razones es que no se les abren las mismas oportunidades ni se les ofrece el mismo reconocimiento por su trabajo.
Una manera de combatir esta inercia es reconocer a las mujeres por sus buenos resultados, de la misma manera en que se hace con sus homólogos. Así, además, la compañía impulsará distintos tipos de liderazgo y no únicamente los centrados en valores típicamente masculinos.
5. Escucharlas de forma continua
Una de las medidas más importantes para empezar con la equidad de género en el trabajo, es mantener comunicación con las mujeres en el centro laboral. Saber cómo se sienten, quiénes son y cuáles son sus motivaciones, ayudará a encontrar las políticas que fomenten su crecimiento y sentido de pertenencia.
Como se explica en el blog de la Amedirh, escuchar a las trabajadoras también ayuda a identificar sus habilidades y competencias, tanto individuales como empresariales.
Conclusiones
Finalmente, ¿cuál es el primer paso que podemos dar para lograr la equidad de género en el trabajo?
Una buena idea es comenzar por incorporar la no discriminación en los principios o valores de la compañía, así como realizar planes de promoción que garanticen la igualdad de oportunidades para todos los colaboradores, sin importar su identidad y orientación sexual.
En resumen, enarbolar la equidad de género en el trabajo implica incorporarla en las normativas y documentos oficiales de la empresa, pero también difundirla con el ejemplo y mediante esfuerzos de capacitación.
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