En la actualidad, vender de todo y a todos es altamente riesgoso. De ahí la importancia de identificar el punto ideal en tu estrategia de negocio.
Este desenfoque a la hora de vender es una de las graves problemáticas que enfrentan las pymes y que pone en peligro su supervivencia, pues no les permite ser ubicadas en el mercado.
Entonces, ¿cómo podemos volvernos enfocados? Sigue leyendo para aprender cómo encontrar el punto ideal que necesita tu negocio.
¿Qué es el punto ideal o sweet spot?
El punto ideal o sweet spot es el punto de encuentro de tres factores clave que te ayudarán a determinar el éxito de tu empresa. Se considera que el sweet spot representa todas las condiciones que la empresa necesita para funcionar al máximo.
El punto ideal estima los factores internos, los factores externos y las necesidades del cliente, de modo que todos los componentes coincidan entre sí y los procedimientos comerciales puedan funcionar correctamente.
Hay varios segmentos de la intersección que alientan a las empresas a aprender a combinar, adaptarse y también a conocer. Cada intersección contiene un significado diferente, dependiendo de qué factor se trate.
3 Factores del punto ideal
Para enfrentar el problema del desenfoque debemos encontrar el punto ideal o sweet spot de nuestro negocio. Y, ¿qué es el punto ideal? Muy sencillo, supongamos que tenemos 3 círculos distintos:
- El primer círculo representa nuestra oferta única, que es aquello por lo que seremos diferenciados dentro del mercado con respecto a la competencia.
- El segundo círculo representa tus clientes ideales, es decir, aquellas personas que estarían dispuestas a comprar tu producto.
- El tercer círculo representa la sistematización; es decir, la capacidad de replicar la experiencia de compra del cliente una y otra vez a través del uso de procesos.
La intersección de estos 3 círculos es lo que representa nuestro punto ideal, pero juguemos un poco con las distintas posibilidades utilizando un ejemplo práctico.
Cómo lograr el punto ideal
1. Alinea los factores financieros y personales
El punto ideal es donde existe una armonía perfecta entre las cosas que tu empresa y tú hacen de forma eficiente y las cosas por las que el mercado está dispuesto a pagar. Dicho de otra manera: es donde las necesidades de tu cliente objetivo encajan con lo que es especial de tu producto o servicio.
2. Identifica tu propósito y verdadera vocación
Piensa en lo que más disfrutas y en una necesidad o un problema con el que la gente esté lidiando y que continuamente sientes que sigue sin resolverse, dale solución y estarás más cerca de lograr el punto ideal.
3. Haz un trabajo que te inspire y te motive
Definitivamente, si sabes hacer algo bien, aprovecha tus talentos y habilidades para enfocarte en lo que las personas quieren o necesitan. Es contraproducente si constantemente estás aprendiendo y sintiéndote a la defensiva en un área nueva.
Ejemplo del punto ideal de McDonald’s: una misma sonrisa en todo lugar
A continuación, analizaremos cuál era el punto ideal de una de las cadenas de comida rápida más famosas del mundo, McDonald’s. De esta manera, será más fácil entender cada uno de los elementos que conforman el sweet spot de nuestra estrategia de negocios.
Durante mucho tiempo, para esta empresa su oferta única fue la Cajita Feliz y sus clientes ideales fueron los niños de 3 a 12 años.
Por su parte, la sistematización era que, sin importar en qué sucursal compraras sus alimentos, siempre encontrarías juegos para los niños, podías comprar sin bajar de tu auto, tenías una cara joven sonriéndote al tomar tu pedido y disfrutabas la misma calidad en tu producto.
En resumidas cuentas, la misma experiencia de compra gracias a su sistematización.
Como te podrás dar cuenta, McDonald’s siempre ha tenido muy claro su punto ideal o sweet spot, por lo que es uno de los casos de éxito más reconocidos en cuanto a estrategia de negocio se refiere.
Sin sistematización: experiencia de compra no replicable
Ahora bien, ¿qué pasaría si McDonald’s solo tuviera una oferta única es decir, la cajita feliz y clientes ideales niños de 3 a 12 años, pero no tuviera sistematización?
Sencillo: esto significaría que tendría una sola sucursal y que la experiencia de compra del cliente sería variable, ya sea porque hay alguien distinto en la caja o porque el producto final tiene diferente calidad cada que lo visitas, etc.
Esto se traduce en que las ganancias tienen que ver con la cantidad de productos que puedes producir durante la jornada o lo que es lo mismo, cobras por cada hora de producción.
En este escenario, dependes totalmente de personas y no de procesos, cualquier pequeño elemento que falle en tu cadena de producción tiene un impacto enorme en tu resultado final.
Sin oferta única: la falta de diferenciación
En un escenario diferente, imaginemos que McDonald’s tiene definidos sus clientes Ideales y tiene sistematización, pero no una oferta única. El producto que se vende lo pueden conseguir en cualquier negocio de la competencia, porque no se tiene un sello que lo haga diferente.
De esta manera, se estaría compitiendo por precio: si el cliente puede comprar el mismo producto en muchos negocios distintos, lo comprará en donde lo consiga más barato.
Sin clientes ideales: un producto en el limbo
Por último, pensemos por un momento que pasaría si se tiene la oferta única nuestra querida Cajita Feliz y tenemos sistematización la misma experiencia de compra para cualquier cliente que compre nuestro producto, pero no se tienen identificados los clientes ideales.
Para este caso en particular, el negocio fracasaría rápidamente porque no importa lo bien hecho que este nuestro producto, ni que la experiencia de compra sea repetible, si no tenemos el suficiente mercado para que compren nuestro producto.
Lectura recomendada: «Nicho de mercado: cómo encontrarlo».
Enfoque hacia el éxito
Como te habrás dado cuenta, cada uno de los factores que conforman el punto ideal es relevante para nuestro negocio. De no encontrarlos, nos pasaremos la vida sobreviviendo, tratando de mantener nuestro negocio a flote y con riesgo de fracasar en cualquier momento.
Si hiciéramos una analogía, el punto ideal o sweet spot sería una escopeta con mira telescópica: si contamos con los 3 círculos que se interceptan oferta única, cliente Ideal y sistematización, es como tener la mira telescópica perfectamente ajustada para dar en el blanco sin importar que esté se encuentre a 500 metros de distancia.
Por su parte, si solo tenemos 2 de los círculos, sería como tener una mira fuera de foco, con la que, al mirar por ella, veríamos nuestro blanco borroso.
Por lo tanto, tendríamos una enorme posibilidad de errar el tiro nuestros esfuerzos de negocio y pegarle a un blanco equivocado, lo que a la postre llevaría a nuestro negocio al fracaso.
Conclusiones
Por ello, te invitamos a que ajustes la mira para que transformes tus posibilidades de fracaso en posibilidades de éxito.
¡Enhorabuena! Ya conoces los elementos de tu punto ideal y ahora podrás trabajar en identificarlos en tu estrategia de negocio.
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